| Y así, el león se enamoró del cordero. |
Es un sentimiento que desafía el tiempo, la muerte y las reglas del mundo.
Edward y Bella representan la unión entre lo imposible y lo eterno, una conexión tan fuerte que trasciende lo humano.
Ese amor inmortal es una llama que no se apaga, que arde incluso cuando el destino se interpone.
En cada mirada, cada gesto y cada silencio, se esconde la intensidad de un amor que no necesita palabras para ser comprendido.
Esta página celebra ese tipo de amor: profundo, arriesgado y eterno, el que solo los corazones valientes pueden vivir.
Un amor que duele, pero también sana; que quema, pero ilumina.
Porque cuando el alma reconoce a su otra mitad, ni el tiempo ni la muerte pueden separarlas.
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